El
único problema real es la desviación del presupuesto.
Los demás, no existen.
Pero, el de verdad, es que los clientes pasan de la empresa si su personal pasa
de ellos. Y es inevitable, cuando sus supervisores no saben cómo gestionar por cliente, ni sus gerentes
por tipo de cliente,
ni sus directores por segmento de mercado.
Como los
problemas por lo que no se logra el presupuesto no
existen, no se calcula el riesgo de que provoquen una pérdida de clientes, de productos por cliente
o de facturación
por producto.
Y, cuando se producen, ni siquiera se
calcula su impacto sobre el coste indirecto, directo y total.